miércoles, abril 30, 2008
La Certeza - Roque Dalton
Y los cuilios asombrados dijeron: «¡Te salvaste! Pero ¿cómo has podido adivinarlo? Todos tus cheros fallaron, porque el ojo es americano, es decir, perfecto». «Muy sencillo -dijo el reo, sintiendo que le venía otra vez el desmayo- fue el único ojo que no me miró con odio».
Sólo gracias. Por la esperiencia, por la vida, por el esfuerzo, por el cariño, por el apoyo incondicional. Honestas gracias.
Me siento avergonzada. Ingrata. Pero ten presente que la distancia y el tiempo jamás borrarán ni el cariño, ni el recuerdo, ni la felicidad, ni el aprendizaje.
Te quiere mucho,
Victoria
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